Y otra vez está lloviendo...
Mi melancolía crece en estos días. Me paro a escuchar las gotas de lluvia golpeando mi ventana, aunque a ellas no les importe lo más mínimo. Nada va a interrumpirlas, tienen un propósito, un objetivo, no como yo.
A veces la vida te pone en situaciones complicadas ante las que tienes que elegir. Yo, afortunada o desgraciadamente he vivido unas cuantas de esas, y siempre he sabido lo que quería. Lo difícil es elegir cuando no sabes lo que quieres.
Por una parte quieres huir, escapar, conocer nuevos horizontes que te devuelvan a ser quien eras, a sentirte realizado, a disfrutar un poco de la vida. Pero luego lo piensas, una y otra vez, y te das cuenta de que nada va a cambiar, que estés donde estés y hagas lo que hagas nunca vas a ser feliz, porque la felicidad no existe, es un puro invento de un creador sin corazón y es completamente incompatible con el raciocinio.
Felices son los pobres que no piensan, o que se conforman con estar vivos. Gente anodina, sin necesidad de cambio y de progresión, o alienados por una religión o creencia que les vende un futuro en otro lugar alejado de este.
Tendré que volver a pensar y a debatir si en realidad soy yo el que está equivocado. Desde luego sería muy sencillo pensar que esto es un mero trámite hacia otra realidad sin parangón. Recuerdo las palabras del amigo Don Jovino, hablándonos de cómo la sociedad, hoy va encaminada a la infelicidad por la falta de fe. A lo mejor hay que empezar a consumir ese “opio” del que hablaba Marx. No lo se. Si tienes la fórmula házmelo saber.
Mientras tanto seguiré escuchando la lluvia, fumando un cigarro tras otro, consumiéndome con cada calada. Esperando a que llegue el día en el que pueda pensar que todo esto que estoy escribiendo es una completa gilipollez, un sinsentido. Espero que ese día esté cerca, que no demore mucho.
Cada día por la mañana intento proponerme un reto, cada día cuando me acuesto vuelvo a caer en la misma depresión; porque mi vida es una rutina, está llena de mitades y sinsabores.
Eres la envidia de muchos, tienes motivos para estar contento, aprende a mirar las cosas con otros ojos... y muchas más frases similares escuchas a lo largo del día. Pobres! Si supieran lo que de verdad circula por mi cabeza...
Ha parado de llover por unos momentos, pero no me engaño, tan solo es fruto del desahogo que produce en mi la escritura. En cuanto vuelva a sentarme en el sillón o peor aún, a tumbarme en mi cama, volverán a aparecer las nubes cargadas de nuevas gotas, que traerán de nuevo sonidos a mi ventana y aunque dure poco, ese olor a tierra húmeda que tanto me gusta...
Mi melancolía crece en estos días. Me paro a escuchar las gotas de lluvia golpeando mi ventana, aunque a ellas no les importe lo más mínimo. Nada va a interrumpirlas, tienen un propósito, un objetivo, no como yo.
A veces la vida te pone en situaciones complicadas ante las que tienes que elegir. Yo, afortunada o desgraciadamente he vivido unas cuantas de esas, y siempre he sabido lo que quería. Lo difícil es elegir cuando no sabes lo que quieres.
Por una parte quieres huir, escapar, conocer nuevos horizontes que te devuelvan a ser quien eras, a sentirte realizado, a disfrutar un poco de la vida. Pero luego lo piensas, una y otra vez, y te das cuenta de que nada va a cambiar, que estés donde estés y hagas lo que hagas nunca vas a ser feliz, porque la felicidad no existe, es un puro invento de un creador sin corazón y es completamente incompatible con el raciocinio.
Felices son los pobres que no piensan, o que se conforman con estar vivos. Gente anodina, sin necesidad de cambio y de progresión, o alienados por una religión o creencia que les vende un futuro en otro lugar alejado de este.
Tendré que volver a pensar y a debatir si en realidad soy yo el que está equivocado. Desde luego sería muy sencillo pensar que esto es un mero trámite hacia otra realidad sin parangón. Recuerdo las palabras del amigo Don Jovino, hablándonos de cómo la sociedad, hoy va encaminada a la infelicidad por la falta de fe. A lo mejor hay que empezar a consumir ese “opio” del que hablaba Marx. No lo se. Si tienes la fórmula házmelo saber.
Mientras tanto seguiré escuchando la lluvia, fumando un cigarro tras otro, consumiéndome con cada calada. Esperando a que llegue el día en el que pueda pensar que todo esto que estoy escribiendo es una completa gilipollez, un sinsentido. Espero que ese día esté cerca, que no demore mucho.
Cada día por la mañana intento proponerme un reto, cada día cuando me acuesto vuelvo a caer en la misma depresión; porque mi vida es una rutina, está llena de mitades y sinsabores.
Eres la envidia de muchos, tienes motivos para estar contento, aprende a mirar las cosas con otros ojos... y muchas más frases similares escuchas a lo largo del día. Pobres! Si supieran lo que de verdad circula por mi cabeza...
Ha parado de llover por unos momentos, pero no me engaño, tan solo es fruto del desahogo que produce en mi la escritura. En cuanto vuelva a sentarme en el sillón o peor aún, a tumbarme en mi cama, volverán a aparecer las nubes cargadas de nuevas gotas, que traerán de nuevo sonidos a mi ventana y aunque dure poco, ese olor a tierra húmeda que tanto me gusta...
2 comentarios:
la felicidad, no se habrá escrito ni poco sobre esto... crees necesitar algo para ser feliz, una meta. pero en verdad, cuando la alcanzas, no lo eres. sólo rozas algo de felicidad mientras tratas de alcanzar la meta. y cuando ya lo has conseguido, te inunda, te extasía durante un breve período. te hincha y por eso deja un vacío aún mayor al desvanecerse...
no lo habría sabido explicar mejor....
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